El avance de la obesidad y de las enfermedades metabólicas asociadas a ésta ha hecho que la sociedad tome conciencia de los beneficios de practicar actividad física. Entre otros motivos, éste puede ser uno de los factores que han llevado a un aumento exponencial en la participación de deportistas populares en disciplinas de resistencia. Cuando antes correr una maratón era un reto mayúsculo, ahora esos 42 km se quedan pequeños para gran parte de los corredores amateur. De forma similar, ahora hacer un triatlón de distancia olímpica se ve como algo accesible y mucha gente salta directamente al Ironman, es decir, nada más y nada menos que 3.8 km a nado, 180 km de bicicleta y 42 km de carrera.

Si bien realizar actividad física de forma regular se asocia con una mejora de la salud a corto y largo plazo, la actividad física prolongada y extenuante puede dar como resultado un aumento agudo de biomarcadores sanguíneos que se emplean comúnmente en la práctica clínica para el diagnóstico de distintas enfermedades. El estrés al que se somete el organismo cuando se hace una prueba de este tipo tiene consecuencias a nivel fisiológico. Tras una prueba de Ironman, aumentan los niveles de inflamación, estrés oxidativo y daño en el ADN. En la práctica clínica cuanto mayor es el valor de un biomarcador, mayor será la gravedad de una condición o una enfermedad, y es plausible que los valores posteriores a una prueba de ultra resistencia se asocien con un riesgo de consecuencias negativas para la salud a largo plazo. El debate se centra ahora en si los biomarcadores elevados observados después de carreras de ultra resistencia reflejan verdaderos cambios patológicos o si son parte de procesos fisiológicos normales que ocurren debido a una adaptación transitoria 1.

Con el fin de estudiar los efectos agudos y las posibles implicaciones a largo plazo que provoca hacer un Ironman en los marcadores relacionados con el daño cardiaco, muscular, hepático y renal, un grupo de investigación sueco llevó a cabo un estudio con 30 triatletas (15 hombres y 15 mujeres) 2 a los que les evaluaron diferentes parámetros sanguíneos antes de la carrera (T1), inmediatamente después (T2) y pasada una semana de descanso (T3).

Se observaron grandes elevaciones agudas de los biomarcadores estudiados después de la carrera. Estos cambios fueron más pronunciados entre los hombres, lo que indica que las mujeres toleran mejor la actividad física prolongada y estresante en comparación con los hombres, tanto inmediatamente después de la carrera como pasada una semana.

Figura 1. Evolución de marcadores sanguíneos desde antes de Ironman (T1) hasta una semana después (T3). Modificado de Danielsson, Tom, et al.,2017

A pesar de que los biomarcadores vuelven a sus valores basales tras una semana de descanso, no se debe desdeñar el estrés al que se ha sometido al cuerpo con el fin de culminar una prueba de este calibre. Llevar a cabo un gran número de pruebas de ultra resistencia al año puede no ser beneficioso para la salud, por lo que, valorando los datos obtenidos en el estudio, sería recomendable no someter al organismo a este tipo de esfuerzos repetidas veces en un periodo corto de tiempo. Además, es esencial tener una buena preparación física y amplia experiencia en este tipo de deportes antes de lanzarse a participar en ellos, para lo cual ponerse en manos de especialistas en ejercicio puede ser la mejor opción.

REFERENCIAS

  1. Ruiz, J. R., Joyner, M. & Lucia, A. CrossTalk opposing view: Prolonged intense exercise does not lead to cardiac damage. J. Physiol. 591, 4943–4945 (2013).
  2. Danielsson, T. et al. Blood biomarkers in male and female participants after an Ironman-distance triathlon. PLoS One 12, e0179324 (2017).

AUTORES: 

Adrián Castillo García
Licenciado en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte, Máster oficial en Fisiología integrativa, Especialista universitario en Entrenamiento Personal, NSCA – CPT.

Web: www.fissac.com

Pedro Valenzuela
Investigador en Unidad de Fisiología de la Universidad de Alcalá y en Unidad de Control de Rendimiento en el Centro de Medicina del Deporte (AEPSAD, CAR de Madrid).
Web: www.fissac.com

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